jueves, 26 de marzo de 2015

Arte Sacro:


 La Eucaristía

La eucaristía - acción de gracias, también llamada Sagrada Comunión, Cena del Señor, Fracción del Pan, Santísimo Sacramento, Santos Misterios o Santa Cena, según la tradición de las iglesias católica, ortodoxa, copta, anglicana y algunas denominaciones luteranas, es el sacramento del cuerpo y de la sangre de Jesucristo bajo las especies de pan y vino, que por medio de la consagración se convierten en su cuerpo y sangre. En la Iglesia católica apostólica romana, la Iglesia católica ortodoxa y en la Iglesia ortodoxa copta, la eucaristía se considera la fuente y culmen de la vida de todo cristiano. De acuerdo al catecismo de la iglesia católica la eucaristía representaría un signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da prenda de la vida eterna.



Jesús Cristo


 Jesús de Nazaret

El humilde nacimiento de Jesús tuvo lugar en tiempos del rey Herodes el Grande. Por lo tanto, no pudo ocurrir más allá del 4 a.C., fecha de la muerte del tetrarca. Siguiendo a Lucas (2, 1), Jesús nació en tiempos del censo ordenado por Augusto y efectuado por Quirino, gobernador de Siria. Tertuliano atribuyó ese censo a Sencillo Saturnino, legado de Siria del 8 al 2 a.C.; éste muy bien pudo haber completado un censo comenzado por Quirino. Por ello, se suele aceptar que el nacimiento de Jesús tuvo lugar entre los años 7 y 6 a.C.

El evangelio de Lucas narra los hechos a la vez simples y extraordinarios que acompañaron el nacimiento de Jesús: el anuncio de los ángeles a unos pastores, que acudieron a Belén y fueron los primeros en "alabar y glorificar a Dios por todas las cosas que habían visto y oído" (Lc. 2, 20). Mateo, en cambio, narra la visita de tres misteriosos reyes de Oriente que, guiados por una estrella, acuden a adorarlo y le ofrendan oro, mirra e incienso. Previamente, estos reyes "magos" habían pasado por Jerusalén preguntando "¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?" Tal pregunta llenó de temor al rey, quien ordenó pocos días después una terrible matanza de niños varones, que la tradición cristiana recuerda cada 28 de diciembre como el Día de los Santos Inocentes. Advertidos del peligro que los acechaba, José y María huyeron de Belén con su hijo y se refugiaron en Egipto, donde permanecieron hasta la muerte del rey Herodes.

De nuevo en Nazaret, Jesús aprendió las Escrituras y la tradición oral judía hasta el punto de sorprender con sus conocimientos a los doctores de la Ley que lo escucharon en el templo cuando sólo tenía doce años. Mientras el "niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría" (Lc. 2, 40), llevó una vida normal, trabajando con su padre. Hasta los treinta años nada más vuelve a saberse de su vida; sólo lo que fantásticamente narran los evangelios apócrifos, es decir, aquellos escritos de origen desconocido o erróneamente atribuido, en su mayor parte de origen gnóstico, que tratan de la vida de Jesús en los últimos años de su juventud. Particularmente llama la atención el cúmulo de elementos milagrosos, frecuentemente abstrusos y desagradables, en los que historia y fábula se confunden.


para más información de relato de Jesús 











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